Capítulo XXI
Personajes: Don quijote, Sancho Panza, Martina, Mambrino, Helena, Dulcinea del Toboso, el Gran Mameluco de Persia, un rey, una reina, la infanta, Rocinante, el asno de Sancho y el del barbero.
Don Quijote y Sancho iban caminando y empezó a llover, Sancho le dijo a don Quijote que si sé en los molinos de los Batanes, pero este dijo que no, ya que estaba prediciendo otra aventura.
Don Quijote vio al barbero montado en el asno que llevaba el yelmo de Mambrino, el cuál don Quijote deseaba desde hace mucho tiempo, Sancho solo vio a un barbero que se cambiaba de pueblo.
Don Quijote fue a coger el yelmo, y le contó a Sancho la historia del yelmo. Fue forjado por los Dioses y era muy resistente, Sancho le miraba incrédulo. Sancho le dijo que cogiera el asno del barbero porque le gustaba más que el suyo, este le dijo que no pero al final accedió a cogerlo.
Mientras iban caminando, Sancho le dijo a don Quijote si le podía contar un secreto. Le dijo que le gustaría que fuera a una corte para dejarse mandar por el rey, y así ser famosos, ricos y bien tratados.
Don Quijote le contó a Sancho otra historia, era de un caballero andante que después de haber vencido al gigante Bocabruno y desencantar al Gran Mameluco fue a la corte del rey allí conoció a la reina y a la infanta, después de pasar mucho tiempo en la corte y de ganar muchas batallas, se casó con la infanta y cuando murió el rey le cedió el puesto al caballero. El nuevo rey casó a su escudero con una criada y le hace duque. Después de contar esto le preguntó a Sancho si era lo que quería y este le dijo que sí y se marcharon.
Personajes: Don quijote, Sancho Panza, Martina, Mambrino, Helena, Dulcinea del Toboso, el Gran Mameluco de Persia, un rey, una reina, la infanta, Rocinante, el asno de Sancho y el del barbero.
Don Quijote y Sancho iban caminando y empezó a llover, Sancho le dijo a don Quijote que si sé en los molinos de los Batanes, pero este dijo que no, ya que estaba prediciendo otra aventura.
Don Quijote vio al barbero montado en el asno que llevaba el yelmo de Mambrino, el cuál don Quijote deseaba desde hace mucho tiempo, Sancho solo vio a un barbero que se cambiaba de pueblo.
Don Quijote fue a coger el yelmo, y le contó a Sancho la historia del yelmo. Fue forjado por los Dioses y era muy resistente, Sancho le miraba incrédulo. Sancho le dijo que cogiera el asno del barbero porque le gustaba más que el suyo, este le dijo que no pero al final accedió a cogerlo.
Mientras iban caminando, Sancho le dijo a don Quijote si le podía contar un secreto. Le dijo que le gustaría que fuera a una corte para dejarse mandar por el rey, y así ser famosos, ricos y bien tratados.
Don Quijote le contó a Sancho otra historia, era de un caballero andante que después de haber vencido al gigante Bocabruno y desencantar al Gran Mameluco fue a la corte del rey allí conoció a la reina y a la infanta, después de pasar mucho tiempo en la corte y de ganar muchas batallas, se casó con la infanta y cuando murió el rey le cedió el puesto al caballero. El nuevo rey casó a su escudero con una criada y le hace duque. Después de contar esto le preguntó a Sancho si era lo que quería y este le dijo que sí y se marcharon.

Capítulo XXII
Personajes: Don Quijote, Sancho Panza, el asno, Rocinante, el comisario, los guardas, los galeotes y Ginés de Pasamonte.
Don Quijote y Sancho iban caminando y vieron por el camino a doce hombres encadenados y a dos en caballo y con escopetas. Los doce hombres eran galeotes, esclavos del rey que iban a las galeras.
Don Quijote pensó que era una injusticia, ya que iban en contra de su voluntad. Fue a hablar con uno de los guardas y le preguntó porque iban encadenados y este le dijo que hablara con ellos. Don Quijote fue preguntando uno por uno las causas de sus desgracias, algunos se echaron a llorar por su desdicha.
Al rato llegó otro preso aun más encadenado que los demás y don Quijote quisieron saber el porque y le dijeron que había cometido más delitos que los otros. Se llamaba Ginés de Pasamonte y se acercó a don Quijote diciéndole que no quería limosna. El guarda se acercó al preso enfurecido y sacó la vara para darle, pero intervino don Quijote y les dijo que dejaran a estos hombres en manos de Dios, pero uno de los guardas dijo que no tenían el suficiente poder sobre ellos como para dejarles libres. Don Quijote empezó a luchar con ellos por la libertad de los presos, estos ayudaron a don Quijote, los guardas huyeron y Sancho muy triste le rogó a su amo que tambien se fueran. Don Quijote mandó a los galeotes que se presentaran ante Dulcinea y la contaran la batalla. Ginés viendo la locura del caballero comenzó a apedrearles y los demás le siguieron, les robaron y al pobre Sancho le dejaron desnudo. Los ladrones huyeron de la Santa Hermandad.
Personajes: Don Quijote, Sancho Panza, el asno, Rocinante, el comisario, los guardas, los galeotes y Ginés de Pasamonte.
Don Quijote y Sancho iban caminando y vieron por el camino a doce hombres encadenados y a dos en caballo y con escopetas. Los doce hombres eran galeotes, esclavos del rey que iban a las galeras.
Don Quijote pensó que era una injusticia, ya que iban en contra de su voluntad. Fue a hablar con uno de los guardas y le preguntó porque iban encadenados y este le dijo que hablara con ellos. Don Quijote fue preguntando uno por uno las causas de sus desgracias, algunos se echaron a llorar por su desdicha.
Al rato llegó otro preso aun más encadenado que los demás y don Quijote quisieron saber el porque y le dijeron que había cometido más delitos que los otros. Se llamaba Ginés de Pasamonte y se acercó a don Quijote diciéndole que no quería limosna. El guarda se acercó al preso enfurecido y sacó la vara para darle, pero intervino don Quijote y les dijo que dejaran a estos hombres en manos de Dios, pero uno de los guardas dijo que no tenían el suficiente poder sobre ellos como para dejarles libres. Don Quijote empezó a luchar con ellos por la libertad de los presos, estos ayudaron a don Quijote, los guardas huyeron y Sancho muy triste le rogó a su amo que tambien se fueran. Don Quijote mandó a los galeotes que se presentaran ante Dulcinea y la contaran la batalla. Ginés viendo la locura del caballero comenzó a apedrearles y los demás le siguieron, les robaron y al pobre Sancho le dejaron desnudo. Los ladrones huyeron de la Santa Hermandad.

Capítulo XXIII
Personajes: Don Quijote, Sancho Panza, Ginés de Pasamonte, un cabrero, el asno, los pastores y un mancebo.
Don Quijote y su escudero llegaron a Sierra Morena.
Mientras dormían llegó Ginés y aprovechándose de la situación le roba el asno a Sancho y huye. Por la mañana, Sancho estaba muy triste por la pérdida de su asno y don Quijote prometió recompensarle con tres pollinos.
En su camino tropezaron con una maleta que tenía ropa, escudos de oro y un libro.
Don Quijote leyó el libro y le dio a Sancho los escudos, siempre y cuando si encontraban a su dueño se los devolviera. Siguieron su camino y vieron a un hombre desnudo saltar de peña en peña. Don Quijote pensó que podía ser el dueño de la maleta y trató de alcanzarle, Sancho no quería ya que quería quedarse con el dinero, pero al final acompañó a su amo.
Apareció un cabrero al que preguntaron si había visto al dueño de la maleta, este les cuenta que hace unos meses llegó a una majada de pastores un mancebo en busca de un lugar escondido, los pastores le dijeron uno y se dirigió hacia allí. Pasados unos días el mancebo empezó a atacar a los pastores del lugar para robarles. Cuando fueron a buscarlo encontraron a un hombre cortés y amable que les contó que estaba allí para cumplir penitencia. Se disculpó por los asaltos y prometió no volver a hacerlo, pero pasados unos minutos se lanzó contra uno de los pastores creyendo que era un tal Fernando al que insultaba. Con esto vieron que la locura le venía a ratos. Los pastores querían llevarle al pueblo para así poder curar su locura.
Terminado el relato, apareció el mancebo y don Quijote le abrazó.
Personajes: Don Quijote, Sancho Panza, Ginés de Pasamonte, un cabrero, el asno, los pastores y un mancebo.
Don Quijote y su escudero llegaron a Sierra Morena.
Mientras dormían llegó Ginés y aprovechándose de la situación le roba el asno a Sancho y huye. Por la mañana, Sancho estaba muy triste por la pérdida de su asno y don Quijote prometió recompensarle con tres pollinos.
En su camino tropezaron con una maleta que tenía ropa, escudos de oro y un libro.
Don Quijote leyó el libro y le dio a Sancho los escudos, siempre y cuando si encontraban a su dueño se los devolviera. Siguieron su camino y vieron a un hombre desnudo saltar de peña en peña. Don Quijote pensó que podía ser el dueño de la maleta y trató de alcanzarle, Sancho no quería ya que quería quedarse con el dinero, pero al final acompañó a su amo.
Apareció un cabrero al que preguntaron si había visto al dueño de la maleta, este les cuenta que hace unos meses llegó a una majada de pastores un mancebo en busca de un lugar escondido, los pastores le dijeron uno y se dirigió hacia allí. Pasados unos días el mancebo empezó a atacar a los pastores del lugar para robarles. Cuando fueron a buscarlo encontraron a un hombre cortés y amable que les contó que estaba allí para cumplir penitencia. Se disculpó por los asaltos y prometió no volver a hacerlo, pero pasados unos minutos se lanzó contra uno de los pastores creyendo que era un tal Fernando al que insultaba. Con esto vieron que la locura le venía a ratos. Los pastores querían llevarle al pueblo para así poder curar su locura.
Terminado el relato, apareció el mancebo y don Quijote le abrazó.

Capítulo XXIV
Personajes: Don Quijote, Sancho Panza, el cabrero, Cardenio, el Roto, el caballero del bosque, Luscinda, el duque Ricardo, Fernando y la reina Madásima.
Don Quijote atendió las palabras del astroso caballero, este le agradecía a don Quijote su cortesía y este le responde que era su deber por ser caballero, el caballero del bosque les pidió algo de comer, al terminar el Roto de comer, les contó su desgracia, se llamaba Cardenio, era noble y venía de Andalucía, se había enamorado de una chica noble, muy bella, llamada Luscinda, crecieron y con la edad también su amor. El padre de ella le negó la entrada en su casa.
Un día el padre de Cardenio le entregó una carta en la que el duque Ricardo le pedía que fuese compañero de su hijo mayor, partió en dos días.
El día de la llegada, Cardenio fue muy bien recibido y allí conoció a Fernando, su segundo hijo, que quiso que Cardenio fuese su compañero. Entre ellos no había secretos y Fernando le contó que se había enamorado de una labradora. Cardenio le presentó a su querida Luscinda y él la alabó de tal modo que empezó a recelar de él. De pronto don Quijote interrumpió la historia, ya que la había confundido con una de caballería, dijo que la reina Madásima no presumía y que él mentía como un bellaco. De pronto a Cardenio le vino una locura repentina y decidió no proseguir con la historia. Se enfrentó con don Quijote, Sancho también se unió a la pelea, el Roto quedó tirado por los suelos. El cabrero quiso ayudarle, pero Sancho no le dejó y acabaron golpeándose.
Al finalizar la pelea, don Quijote le preguntó al cabrero sobre el paradero de Cardenio, que había huido, quería oírle terminar la historia, el cabrero le contestó que estaría por los alrededores y que lo podría encontrar cuerdo o loco.
Personajes: Don Quijote, Sancho Panza, el cabrero, Cardenio, el Roto, el caballero del bosque, Luscinda, el duque Ricardo, Fernando y la reina Madásima.
Don Quijote atendió las palabras del astroso caballero, este le agradecía a don Quijote su cortesía y este le responde que era su deber por ser caballero, el caballero del bosque les pidió algo de comer, al terminar el Roto de comer, les contó su desgracia, se llamaba Cardenio, era noble y venía de Andalucía, se había enamorado de una chica noble, muy bella, llamada Luscinda, crecieron y con la edad también su amor. El padre de ella le negó la entrada en su casa.
Un día el padre de Cardenio le entregó una carta en la que el duque Ricardo le pedía que fuese compañero de su hijo mayor, partió en dos días.
El día de la llegada, Cardenio fue muy bien recibido y allí conoció a Fernando, su segundo hijo, que quiso que Cardenio fuese su compañero. Entre ellos no había secretos y Fernando le contó que se había enamorado de una labradora. Cardenio le presentó a su querida Luscinda y él la alabó de tal modo que empezó a recelar de él. De pronto don Quijote interrumpió la historia, ya que la había confundido con una de caballería, dijo que la reina Madásima no presumía y que él mentía como un bellaco. De pronto a Cardenio le vino una locura repentina y decidió no proseguir con la historia. Se enfrentó con don Quijote, Sancho también se unió a la pelea, el Roto quedó tirado por los suelos. El cabrero quiso ayudarle, pero Sancho no le dejó y acabaron golpeándose.
Al finalizar la pelea, don Quijote le preguntó al cabrero sobre el paradero de Cardenio, que había huido, quería oírle terminar la historia, el cabrero le contestó que estaría por los alrededores y que lo podría encontrar cuerdo o loco.

Capítulo XXV
Personajes: Don Quijote, Sancho Panza, Dulcinea del Toboso y Rocinante.
Don Quijote seguía errando por Sierra Morena seguido de su escudero que no ve las cosas muy claras, está loco por volver a casa. Una vez enterado Don Quijote de las intenciones de su escudero, le levanta un castigo impuesto con anterioridad y Sancho le dice lo que piensa, Don Quijote le manda callar después de haber soltado un montón de refranes. Le dice a Sancho que le va a mandar al Toboso con un mensaje para Dulcinea. Esta es una campesina de modales de rústicos y toscos. Sancho monta en Rocinante ya que le robaron el asno, con una carta para ella, en la que Don Quijote expresa su amor por ella.
Don Quijote sufre un recrudecimiento de su locura y se desnuda, comienza a realizar todo tipo de disparates, tanto físicos como mentales, todo ello por imitar a Amadis de Gaula.
Sancho, viendo que tiene la posibilidad de abandonar Sierra Morena, se marcha dejando a Don Quijote más loco de lo que él creía.
Personajes: Don Quijote, Sancho Panza, Dulcinea del Toboso y Rocinante.
Don Quijote seguía errando por Sierra Morena seguido de su escudero que no ve las cosas muy claras, está loco por volver a casa. Una vez enterado Don Quijote de las intenciones de su escudero, le levanta un castigo impuesto con anterioridad y Sancho le dice lo que piensa, Don Quijote le manda callar después de haber soltado un montón de refranes. Le dice a Sancho que le va a mandar al Toboso con un mensaje para Dulcinea. Esta es una campesina de modales de rústicos y toscos. Sancho monta en Rocinante ya que le robaron el asno, con una carta para ella, en la que Don Quijote expresa su amor por ella.
Don Quijote sufre un recrudecimiento de su locura y se desnuda, comienza a realizar todo tipo de disparates, tanto físicos como mentales, todo ello por imitar a Amadis de Gaula.
Sancho, viendo que tiene la posibilidad de abandonar Sierra Morena, se marcha dejando a Don Quijote más loco de lo que él creía.

Capítulo XXVI
Personajes: Don Quijote, Sancho Panza, el cura y el barbero.
Cuando se marchó Sancho Don Quijote se encontró solo y sin saber que hacer y entonces decidió imitar al Amadis de Gaula en sus todos y actitudes melancólicas, tras esto comienza a alabar al Amadis de Gaula y que sea imitado por todos en cuanto pudiesen.
Tras rezar un millón de avemarías nos comienza a relatar una poesía en la cual nos describe el paisaje en el que se encuentra. Al no tener nada de que sustentarse comienza a buscar algunas de hierbas para poder mantenerse. Entonces Cervantes pasa a contarnos lo que le sucedía a Sancho.
Al llegar Sancho a la venta ve salir de allí al cura y al barbero que al reconocerle le preguntan por su amo, Sancho le comienza a relatar todo lo que les había sucedido incluyendo la carta que llevaba encima. Cuando el cura y el barbero le piden la carta para leerla Sancho se da cuenta que no la encuentra y comienza a recordar que trataba. Los dos hombres al darse cuenta de que la carta no tenía sentido alguno se comenzaron a reír de la poca memoria que tenia el pobre de Sancho que no se acordaba de lo que iba la carta. Mas tarde le ofrecieron algo de comida y decidieron ir a buscar a Don Quijote par llevarle con su amada Dulcinea del Toboso.
Personajes: Don Quijote, Sancho Panza, el cura y el barbero.
Cuando se marchó Sancho Don Quijote se encontró solo y sin saber que hacer y entonces decidió imitar al Amadis de Gaula en sus todos y actitudes melancólicas, tras esto comienza a alabar al Amadis de Gaula y que sea imitado por todos en cuanto pudiesen.
Tras rezar un millón de avemarías nos comienza a relatar una poesía en la cual nos describe el paisaje en el que se encuentra. Al no tener nada de que sustentarse comienza a buscar algunas de hierbas para poder mantenerse. Entonces Cervantes pasa a contarnos lo que le sucedía a Sancho.
Al llegar Sancho a la venta ve salir de allí al cura y al barbero que al reconocerle le preguntan por su amo, Sancho le comienza a relatar todo lo que les había sucedido incluyendo la carta que llevaba encima. Cuando el cura y el barbero le piden la carta para leerla Sancho se da cuenta que no la encuentra y comienza a recordar que trataba. Los dos hombres al darse cuenta de que la carta no tenía sentido alguno se comenzaron a reír de la poca memoria que tenia el pobre de Sancho que no se acordaba de lo que iba la carta. Mas tarde le ofrecieron algo de comida y decidieron ir a buscar a Don Quijote par llevarle con su amada Dulcinea del Toboso.

Capítulo XXVII
Personajes: Don Quijote, Sancho Panza, el barbero, el cura, el ventero, la ventera, Cardenio, Luscinda, Don Fernando.
No le pareció mala idea al barbero la invención del cura y la pusieron en práctica. Pidieron al ventero una saya y unas toscas. Le preguntó la ventera que para que quisieran esas cosas y el cura le comentó la locura de Don Quijote y como querían que se disfrazaran para sacarle de la montaña. La ventera vistió al cura de doncella y al barbero de escudero. Al cabo de unas horas, ambos salieron y en el camino, el cura pensó en como iba vestido y le pidió al barbero que se cambiaran los vestidos, este le dijo que cuando llegaran.
Se encontraron con Sancho que se rió al verles, les guió hacia donde estaba la señal. Al llegar a ella se cambiaron los trajes y mientras Sancho continuó su camino. En el arroyo, el cura y el barbero oyeron una voz acompañada de un instrumento, fueron a ver que era. Se encontraron con un señor que coincidía con la descripción de Cardenio.
El cura se acercó y le dijo que les contara la historia de porque vivía así.
Cardenio, iba a casarse con Luscinda, pero antes debía pedir permiso al padre de esta, no sabía cono hacerlo, así que Don Fernando le dijo que le ayudaría, pero que a cambio debía ir a un sitio, a casa de su hermano y pedirle dinero para él. Cardenio viajó y estuvo allí ocho días, al cabo de estos le llegó una carta de Luscinda que Don Fernando había pedido su mano y que se debía casar con él. Cardenio volvió a la ciudad y buscó a Luscinda, esta le dijo que sino se casaba con él se suicidaría, y así fue, después de su boda con Don Fernando, se desmayó y murió. Fue tal el dolor de Cardenio que dejó todo y viajó sin rumbo, al llegar a la sierra se murió su mula por cansancio y Cardenio cayó desfallecido y al despertar vio que unos cabreros le habían ayudado. Le dieron de comer y de beber. Desde entonces vive en la sierra con los cabreros lamentándose de su vida.
Personajes: Don Quijote, Sancho Panza, el barbero, el cura, el ventero, la ventera, Cardenio, Luscinda, Don Fernando.
No le pareció mala idea al barbero la invención del cura y la pusieron en práctica. Pidieron al ventero una saya y unas toscas. Le preguntó la ventera que para que quisieran esas cosas y el cura le comentó la locura de Don Quijote y como querían que se disfrazaran para sacarle de la montaña. La ventera vistió al cura de doncella y al barbero de escudero. Al cabo de unas horas, ambos salieron y en el camino, el cura pensó en como iba vestido y le pidió al barbero que se cambiaran los vestidos, este le dijo que cuando llegaran.
Se encontraron con Sancho que se rió al verles, les guió hacia donde estaba la señal. Al llegar a ella se cambiaron los trajes y mientras Sancho continuó su camino. En el arroyo, el cura y el barbero oyeron una voz acompañada de un instrumento, fueron a ver que era. Se encontraron con un señor que coincidía con la descripción de Cardenio.
El cura se acercó y le dijo que les contara la historia de porque vivía así.
Cardenio, iba a casarse con Luscinda, pero antes debía pedir permiso al padre de esta, no sabía cono hacerlo, así que Don Fernando le dijo que le ayudaría, pero que a cambio debía ir a un sitio, a casa de su hermano y pedirle dinero para él. Cardenio viajó y estuvo allí ocho días, al cabo de estos le llegó una carta de Luscinda que Don Fernando había pedido su mano y que se debía casar con él. Cardenio volvió a la ciudad y buscó a Luscinda, esta le dijo que sino se casaba con él se suicidaría, y así fue, después de su boda con Don Fernando, se desmayó y murió. Fue tal el dolor de Cardenio que dejó todo y viajó sin rumbo, al llegar a la sierra se murió su mula por cansancio y Cardenio cayó desfallecido y al despertar vio que unos cabreros le habían ayudado. Le dieron de comer y de beber. Desde entonces vive en la sierra con los cabreros lamentándose de su vida.

Capítulo XXVIII
Personajes: Don Quijote, el cura, unos hombres, el barbero, Cardenio, Dorotea, un mozo labrador, un duque, Don Fernando, hijo menor del duque, Vellido, Galalón, los mayorales, los jornaleros, las doncellas y los zagales.
Don Quijote necesitaba entretenerse y por ello se inventó una historia.
El cura quería consolar a Cardenio, pero hubo una voz que se lo impidió, entonces el cura y los que con él estaban fueron en busca del dueño de aquellas palabras y encontraron a un mozo vestido de labrador que se lavaba los pies. El cura hizo señas a dos hombres para que se escondieran y observaron lo que hacía el mozo. Cuando este se levantó, Cardenio le dijo al cura que si no se trataba de Luscinda, aquella persona debía de ser divina. Una vez que el mozo se quitó la montera y sacudió la cabeza vieron que era una mujer y Cardenio afirmó que esa belleza sólo podía ser de Luscinda. El cura pidió a la mujer que se detuviera.
Más tarde al descubrir que era la mujer la que gritaba, quejándose de su soledad, el cura decidió ayudarla. La mujer les contó la historia de su vida.
En Andalucía había un duque que tenía dos hijos, el mayor heredó el estado y el pequeño solo las acciones de Vellido y los embustes de Galalón. Los padres de la mujer eran basallos de este duque, pero ricos. Ella en casa de sus padres ayudaba en todo lo que podía y era la que daba a los jornaleros, mayorales y doncellas lo que se merecían. Esto lo cuenta para que vean que no tiene culpa de hallarse en esa situación. Su tristeza comienza cuando Don Fernando, el hijo menor del duque, la solicitó, para ello tuvo que sobornar a todos los de la casa. Dorotea, que así se llamaba ella siguió con la historia, don Fernando hizo muchos juramentos y dijo que sería su esposo, pero ella no quiso, le dijo que no sería del agrado de su padre que se casara con una basalla. La noche de su desgracia fue cuando don Fernando se presentó con un anillo, ella quedó confusa.
Al cabo de un tiempo, don Fernando se casó con una doncella llamada Luscinda, que no era tan rica como ella, esto la provocó mucha rabia, por lo que Dorotea salió a buscarle, pero oyó un pregón en el que decían que lo buscaban, por ello salió de la ciudad y se encontraba en esa situación.
Personajes: Don Quijote, el cura, unos hombres, el barbero, Cardenio, Dorotea, un mozo labrador, un duque, Don Fernando, hijo menor del duque, Vellido, Galalón, los mayorales, los jornaleros, las doncellas y los zagales.
Don Quijote necesitaba entretenerse y por ello se inventó una historia.
El cura quería consolar a Cardenio, pero hubo una voz que se lo impidió, entonces el cura y los que con él estaban fueron en busca del dueño de aquellas palabras y encontraron a un mozo vestido de labrador que se lavaba los pies. El cura hizo señas a dos hombres para que se escondieran y observaron lo que hacía el mozo. Cuando este se levantó, Cardenio le dijo al cura que si no se trataba de Luscinda, aquella persona debía de ser divina. Una vez que el mozo se quitó la montera y sacudió la cabeza vieron que era una mujer y Cardenio afirmó que esa belleza sólo podía ser de Luscinda. El cura pidió a la mujer que se detuviera.
Más tarde al descubrir que era la mujer la que gritaba, quejándose de su soledad, el cura decidió ayudarla. La mujer les contó la historia de su vida.
En Andalucía había un duque que tenía dos hijos, el mayor heredó el estado y el pequeño solo las acciones de Vellido y los embustes de Galalón. Los padres de la mujer eran basallos de este duque, pero ricos. Ella en casa de sus padres ayudaba en todo lo que podía y era la que daba a los jornaleros, mayorales y doncellas lo que se merecían. Esto lo cuenta para que vean que no tiene culpa de hallarse en esa situación. Su tristeza comienza cuando Don Fernando, el hijo menor del duque, la solicitó, para ello tuvo que sobornar a todos los de la casa. Dorotea, que así se llamaba ella siguió con la historia, don Fernando hizo muchos juramentos y dijo que sería su esposo, pero ella no quiso, le dijo que no sería del agrado de su padre que se casara con una basalla. La noche de su desgracia fue cuando don Fernando se presentó con un anillo, ella quedó confusa.
Al cabo de un tiempo, don Fernando se casó con una doncella llamada Luscinda, que no era tan rica como ella, esto la provocó mucha rabia, por lo que Dorotea salió a buscarle, pero oyó un pregón en el que decían que lo buscaban, por ello salió de la ciudad y se encontraba en esa situación.

Capítulo XXIX
Personajes: Don Quijote, Sancho Panza, Rocinante, Dorotea, el cura, el barbero y Cardenio.
Dorotea calló después de haber contado su historia de la tragedia y su rostro se cubrió de vergüenza.
Cardenio le dijo a Dorotea que era la hija del rico Clenardo. Dorotea quedó extrañada porque ella no había mencionado que su padre se llamaba así y le preguntó que como sabía su nombre este le dijo que era él el mencionado en sus narraciones, con esto acabó la admiración hacia Dorotea. El cura les dijo que fueran a su aldea, donde daría la orden de buscar a don Fernando y a los padres de Dorotea.
El barbero, que había estado callado, se ofreció a ayudar en lo que pudiera. Oyeron voces y vieron a Sancho Panza llamándoles, les dijo que había visto a don Quijote desnudo, flaco, amarillo y muerto de hambre, y que suspiraba por su señora Dulcinea.
El cura dijo que ellos ayudarían a don Quijote. Dorotea se vistió como una dama de novela de caballería y se hizo llamar la princesa Micomicona, del reino Micomicón.
Partieron el barbero, Dorotea disfrazada y Sancho Panza en busca de don Quijote. Cardenio y el cura les seguían de lejos por si don Quijote les reconocía.
Más tarde encontraron a don Quijote ya vestido pero sin armadura, Sancho le dijo a Dorotea que ese era don Quijote, y esta se arrodilló ante él y le dijo que no se levantaría hasta que no le concediese un deseo, el de matar a un gigante. Este aceptó, pues era un caballero, Dorotea quiso besarle las manos, pero este se negó aunque la abrazó cortésmente.
Partieron en busca del gigante. Cardenio y el cura se disfrazaron un poco para que don Quijote no les reconociese, pero este recordó al cura y empezaron a luchar. Una vez acabada la pelea y todos reconciliados, siguieron su camino, la princesa el cura y don Quijote a caballo y los otros tres a pie. Fueron en dirección de tierras de Micomicón.
Personajes: Don Quijote, Sancho Panza, Rocinante, Dorotea, el cura, el barbero y Cardenio.
Dorotea calló después de haber contado su historia de la tragedia y su rostro se cubrió de vergüenza.
Cardenio le dijo a Dorotea que era la hija del rico Clenardo. Dorotea quedó extrañada porque ella no había mencionado que su padre se llamaba así y le preguntó que como sabía su nombre este le dijo que era él el mencionado en sus narraciones, con esto acabó la admiración hacia Dorotea. El cura les dijo que fueran a su aldea, donde daría la orden de buscar a don Fernando y a los padres de Dorotea.
El barbero, que había estado callado, se ofreció a ayudar en lo que pudiera. Oyeron voces y vieron a Sancho Panza llamándoles, les dijo que había visto a don Quijote desnudo, flaco, amarillo y muerto de hambre, y que suspiraba por su señora Dulcinea.
El cura dijo que ellos ayudarían a don Quijote. Dorotea se vistió como una dama de novela de caballería y se hizo llamar la princesa Micomicona, del reino Micomicón.
Partieron el barbero, Dorotea disfrazada y Sancho Panza en busca de don Quijote. Cardenio y el cura les seguían de lejos por si don Quijote les reconocía.
Más tarde encontraron a don Quijote ya vestido pero sin armadura, Sancho le dijo a Dorotea que ese era don Quijote, y esta se arrodilló ante él y le dijo que no se levantaría hasta que no le concediese un deseo, el de matar a un gigante. Este aceptó, pues era un caballero, Dorotea quiso besarle las manos, pero este se negó aunque la abrazó cortésmente.
Partieron en busca del gigante. Cardenio y el cura se disfrazaron un poco para que don Quijote no les reconociese, pero este recordó al cura y empezaron a luchar. Una vez acabada la pelea y todos reconciliados, siguieron su camino, la princesa el cura y don Quijote a caballo y los otros tres a pie. Fueron en dirección de tierras de Micomicón.

Capítulo XXX
Personajes: Don Quijote, Sancho Panza, el cura, el barbero, Cardenio, Dorotea, Pandafilando de la Fosca Vista, Dulcinea del Toboso, Ginés de Pasamonte y un sacristán
Dorotea le recordó a don Quijote el don que le había prometido por el cual no se podía entrometer en ninguna otra aventura. Él haría cualquier cosa por conseguirlo, pero para Dorotea tendría que contarle cuales son las personas con las que tiene que tener cuidado y dar venganza. Dorotea comenzó su relato. Cardenio y el barbero se pusieron cerca para oír bien la historia, que era mentira.
Comenzó diciendo que ella la princesa Micomicona, heredera del reino Micomicón. Al morir sus padres, el rey Tinacrio el Sabidor y la reina Jaramilla, ella quedó huérfana.
Un gigante llamado Pandafilando, iría a destruir su reino si se enteraba de esto. Su padre la dijo antes de morir que fuera a tierras españolas a buscar a un caballeo andante de mucha fama, de alto cuerpo, seco rostro y con un lunar en el lado derecho, debajo del hombro izquierdo. Inmediatamente, don Quijote empezó a buscarse el lunar. Sancho le dijo que no continuara, porque él sabía que tenía un lunar aunque no en ese sitio.
Dorotea le dijo que si se casaba con ella obtendría todos sus reinos, pero que antes debía vencer al gigante. A Sancho le pareció una buena idea, pero a don Quijote no acabó de convencerle, ya que él estaba enamorado de Dulcinea.
Sancho intentó convencerle de que Dorotea era mejor y que si no se casaba con ella no obtendría su reino. Don Quijote le preguntó como era Dulcinea, él le dijo que sólo le vio un poco y que le parecía bien.
Iban caminando cuando se encontraron con Ginés de Pasamonte al que Sancho no dejaba de gritarle ladrón. Finalmente recuperó a su asno al que empezó a besar y a acariciar.
Otra vez de camino, don Quijote preguntó a Sancho acerca de Dulcinea, él le respondió que la carta la llevó un sacristán y no él.
Personajes: Don Quijote, Sancho Panza, el cura, el barbero, Cardenio, Dorotea, Pandafilando de la Fosca Vista, Dulcinea del Toboso, Ginés de Pasamonte y un sacristán
Dorotea le recordó a don Quijote el don que le había prometido por el cual no se podía entrometer en ninguna otra aventura. Él haría cualquier cosa por conseguirlo, pero para Dorotea tendría que contarle cuales son las personas con las que tiene que tener cuidado y dar venganza. Dorotea comenzó su relato. Cardenio y el barbero se pusieron cerca para oír bien la historia, que era mentira.
Comenzó diciendo que ella la princesa Micomicona, heredera del reino Micomicón. Al morir sus padres, el rey Tinacrio el Sabidor y la reina Jaramilla, ella quedó huérfana.
Un gigante llamado Pandafilando, iría a destruir su reino si se enteraba de esto. Su padre la dijo antes de morir que fuera a tierras españolas a buscar a un caballeo andante de mucha fama, de alto cuerpo, seco rostro y con un lunar en el lado derecho, debajo del hombro izquierdo. Inmediatamente, don Quijote empezó a buscarse el lunar. Sancho le dijo que no continuara, porque él sabía que tenía un lunar aunque no en ese sitio.
Dorotea le dijo que si se casaba con ella obtendría todos sus reinos, pero que antes debía vencer al gigante. A Sancho le pareció una buena idea, pero a don Quijote no acabó de convencerle, ya que él estaba enamorado de Dulcinea.
Sancho intentó convencerle de que Dorotea era mejor y que si no se casaba con ella no obtendría su reino. Don Quijote le preguntó como era Dulcinea, él le dijo que sólo le vio un poco y que le parecía bien.
Iban caminando cuando se encontraron con Ginés de Pasamonte al que Sancho no dejaba de gritarle ladrón. Finalmente recuperó a su asno al que empezó a besar y a acariciar.
Otra vez de camino, don Quijote preguntó a Sancho acerca de Dulcinea, él le respondió que la carta la llevó un sacristán y no él.